La eficiencia de los trabajadores no siempre va de la mano con el tiempo que dedican al trabajo o la manera en que desempeñan su labor. Hay factores que pueden afectar de manera directa a su autoestima y motivación laboral y que tienen un efecto directo en su productividad. Según datos de la Confederación de Salud Mental de España, una de cada cuatro personas en España padece o padecerá algún problema de salud mental en su vida.
El Síndrome del impostor es uno de estos factores, que cada vez afecta a más profesionales de nuestra provincia. En este artículo, vamos a analizar qué es el Síndrome del impostor y qué estrategias puede poner en marcha la empresa desde el área de recursos humanos para mitigarlo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El Síndrome del impostor es la inseguridad que algunos trabajadores por cuenta propia o ajena sienten hacia sus logros laborales. Se puede manifestar de diferentes maneras pero, por norma general, es la sensación de estar engañando a los compañeros y los jefes, haciéndoles creer que eres mejor de lo que en realidad eres.
El trabajador cree que no merece el trabajo que tiene, los logros que alcanza o que le digan que ha hecho bien su labor. Se siente un fraude y cree que, en cualquier momento, alguien se dará cuenta de que lo es y lo expondrá al resto del equipo.
Un trastorno que afecta al 70% de la población, según el International Journal of Behavioral Science.
Causas y síntomas
Son muchos los síntomas que puede manifestar alguien que sufre el síndrome del impostor, y es importante tenerlos en cuenta desde el departamento de recursos humanos. De esta forma, la empresa será capaz de detectar cuándo está ocurriendo y ponerle solución.
- Siente que solamente ha llegado a tener el éxito que tiene por un golpe de suerte, pero que, en realidad, no merece estar ahí porque no cuenta con los conocimientos y habilidades necesarias.
- Es perfeccionista y el trabajo que realiza nunca alcanza sus expectativas.
- Duda de sus capacidades.
- Dedica más tiempo al trabajo, llegando a desencadenar el síndrome de burnout.
- Se aísla del resto de compañeros porque siente que, si se relaciona demasiado con ellos, descubrirán que es un impostor.
- Su productividad decrece en aras de la perfección y también debido al agotamiento.
¿Cómo afecta a tu vida laboral o empresa y cómo reducirlo?
La eficiencia en el trabajo es fundamental para que cualquier empresa tenga éxito. Por eso, enfocar esfuerzos en detectar el Síndrome del impostor entre los empleados es tan importante. Si no le prestamos la debida atención, este síndrome puede tener efectos nocivos en la confianza de los trabajadores y, sin ninguna duda, esto afectará de manera directa a su rendimiento.
Además del rendimiento, el Síndrome del impostor puede representarse en problemas físicos, como el estrés excesivo o la ansiedad que se manifiestan en problemas como el bruxismo o el insomnio. Y también puede tener consecuencias mentales, como por ejemplo las depresiones o la irascibilidad.
Todo esto afecta negativamente al rendimiento de la empresa, pero también al ambiente laboral, por lo que puede afectar a otros trabajadores.
Desde el departamento de RRHH, se pueden tomar medidas para concienciar y evitar este síndrome. En primer lugar, educando a los empleados para detectar si algún compañero o ellos mismos tienen este problema. Así, podrán apoyarse unos compañeros a otros.
Pero, además, se pueden establecer formaciones específicas a este respecto, y hacer encuestas anónimas para entender qué es lo que motiva realmente a los empleados, cómo ven sus éxitos y en qué medida tienen pensamientos negativos.
Sea cuales sean las estrategias que sigamos en la empresa para apoyar a los trabajadores que sufren el Síndrome del impostor, hay que actuar con rapidez. De ese modo, no solo ayudaremos al trabajador que lo sufre, sino que evitaremos que este problema llegue a ser peligroso para el negocio y para el resto de empleados, mejorando el ambiente laboral.
